lunes, 1 de septiembre de 2008

TLyR1 actividad 008

QUEJAS Y APOLOGÍA DE JOB
a. Los días de antaño 
(1) Job continuó pronunciando su discurso y
dijo:
(2) ¡Quién me hiciera volver a los meses de
antaño,
aquellos días en que Dios me guardaba,
(3) cuando hacía brillar su lámpara sobre mi
cabeza,
y yo a su luz por las tinieblas caminaba;
(4) como era yo en los días de mi otoño,
cuando vallaba Dios mi tienda,
(5) cuando Sadday estaba conmigo,
y en torno mío mis muchachos,
(6) cuando mis pies se bañaban en manteca,
y regatos de aceite manaba la roca!
(7) Si yo salía a la puerta que dominaba la ciudad
y mi asiento en la plaza colocaba,
(8) se retiraban los jóvenes al verme,
y los viejos se levantaban y quedaban en pie.
(9) Los notables cortaban sus palabras
y ponían la mano en su boca.
(10) Y la voz de los jefes se ahogaba,
su lengua se pegaba al paladar.
(11) Oído que lo oía me llamaba feliz,
ojo que lo veía se hacía mi testigo.
(12) Pues yo libraba al pobre que clamaba,
y al huérfano que no tenía valedor.
(13) La bendición del moribundo subía hacia mí,
el corazón de la viuda yo alegraba.
(14) Me había puesto la justicia y ella me revestía,
como manto y turbante, mi equidad.
(15) era yo los ojos del ciego
y del cojo los pies.
(16) Era el padre de los pobres,
la causa del desconocido examinaba.
(17) Quebraba los colmillos del inicuo,
de entre sus dientes arranca su presa.
(18) Y me decía: “Anciano moriré,
tras días numerosos, igual que la palmera.
(19) Mi raíz está franca a las aguas
el rocío se posa de noche en mi ramaje.
(20) Mi gloria será siempre nueva en mí,
y en mi mano mi arco renovará su fuerza.”
(21) Me escuchaban ellos con expectación,
callaban para oír mi consejo.
(22) Después de hablar yo, no replicaban,
y sobre ellos mi palabra caía gota a gota.
(23) Me esperaban lo mismo que a la lluvia,
abrían su boca como a lluvia tardía.
(24) Si yo les sonreía, no querían creerlo,
y la luz de mi rostro no dejaba perderse.
(25) Les indicaba el camino y me ponía enfrente;
me asentaba como un rey en medio de su tropa,
y por doquier los guiaba a mi gusto.

b. La angustia presente 
(1) Mas ahora ríense de mí
los que son más jóvenes que yo,
a cuyos padres no juzgaba yo dignos
de mezclar con los perros de mi grey.
(2) Aún la fuerza de sus manos, ¿para qué me servía?
había decaído todo su vigor,
(3) agotados por el hambre y la penuria.
Roían las raíces de la estepa,
los abrojos del desierto desolado.
(4) Recogían armuelle por los matorrales,
eran su pan raíces de retama.
(5) De entre los hombres estaban expulsados,
tras ellos se gritaban como tras un ladrón.
(6) Moraban en las escarpas de los torrentes,
en las grietas del suelo y de las rocas.
(7) Entre los matorrales rebuznaban,
se apretaban bajos los espinos.
(8) Hijos de abyección, si, ralea sin nombre,
echados a golpe del país.
(9) Y ahora soy la copia de ellos
¡el blanco de sus chismes!
(10) Horrorizados de mí, se quedan a distancia,
y sin reparo a la cara me escupen.
(11) El que ha soltado su cuerda me maltrata,
y el que ha tirado de su rostro el freno.
(12) La ralea se alza a mi derecha,
me lanzan piedras como proyectiles,
abren hacía mí sus siniestros caminos.
(13) Para perderme han destruido mi sendero,
atacan y nadie los detiene;
(14) como por ancha brecha irrumpen,
se han escurrido bajo los escombros.
(15) Los terrores se vuelven contra mí,
como el viento mi dignidad arrastran
como una nube ha pasado mi salud.
(16) Y ahora en mí se derrama mi alma,
me atenazan días de aflicción.
(17) De noche traspasa el mal mis huesos
y no duermen mis llagas.
(18) Con gran fuerza agarra Él mi vestido,
me aferra como el cuello de mi túnica.
(19) Me ha tirado en el fango,
soy como el polvo y la ceniza.
(20) Grito hacia ti y tú no me respondes,
me presento y no me haces caso.
(21) Te has vuelto cruel para conmigo,
tu mano vigorosa en mí se ceba
(22) Me llevas a caballo sobre el viento,
me zarandeas con la tempestad.
(23) Pues bien sé que a la muerte me conduces,
al lugar de cita de todo ser viviente.
(24) Y, sin embargo, ¿he vuelto yo la mano contra el pobre,
cuando en su angustia justicia reclamaba?
(25) ¿No he llorado por el que vive en estrechez?
¿no se ha apiadado mi alma del mendigo?
(26) Yo esperaba la dicha, y llegó la desgracia,
aguardaba la luz y llegó la oscuridad.
(27) Me hierven las entrañas sin descanso,
se me han presentado días de aflicción.
(28) Sin haber sol, ando renegrido,
me he levantado en la asamblea, sólo para gritar.
(29) Me he hecho hermano de chacales
y compañero de avestruces.
(30) Mi piel se ha ennegrecido sobre mí,
mis huesos se han quemado por la fiebre.
(31) ¡mi cítara sólo ha servido para el duelo,
mi flauta para la voz de plañidores!

c. Última respuesta de Job 
(1) Y Job respondió a Yahvéh:
(2) Sé que eres todopoderoso:
ningún proyecto te es irrealizable.
(3) Era yo el que empañaba el Consejo
con razones sin sentido.
Sí, he hablado sin inteligencia
de maravillas que me superan y que
ignoro.
(4) (Escuchad, deja que yo hable:
voy a interrogarte y tú me instruirás)
(5) Yo te conocía sólo de oídas,
Mas ahora te han visto mis ojos.
(6) Por eso retracto mis palabras,
me arrepiento en el polvo y la ceniza.

ACTIVIDADES 

A. LOS DÍAS DE ANTAÑO
1. En pocas palabras sintetiza los bienes de que gozaba Job
2. ¿Qué actitudes te indican el papel que desempeñaba en la sociedad de su tiempo
3. ¿A qué nivel socioeconómico o profesión podría corresponder actualmente?
4. Anota los modificadores (locuciones adverbiales o expresiones) con los que se resalta su situación
5. Anota las situaciones positivas que realizaba a favor de los demás
6. Haz una lista de las comparaciones que usa el poeta sobre cómo calificaba Job su vida
7. ¿Qué opinión crees que tenía Job sobre sí mismo?

B. LA ANGUSTIA PRESENTE
1. Consideras posible que este poema sea la antítesis del anterior?, justifica tu respuesta
2. ¿A qué tipo de persona se refiere?
3. ¿Cuál es la actitud de job ante ellos?
4. ¿En qué tono expresa la situación?
5. Describe cuáles son los sentimientos del personaje
6. De acuerdo con sus caracteríticas, ¿con qué se puede relacionar el polvo y la ceniza?

C. ÚLTIMA RESPUESTA DE JOB
1. Lee la tercera parte del poema en el que Job dialoga con Dios y contesta lo siguiente:
a. ¿Cómo se expresa con respecto a él?
b. ¿Qué fallas reconoce en sí mismo en cuanto a su situación?
c. ¿Cómo compara el conocimiento de ambos?
d. ¿De qué manera refuerza el autor las ideas del final?
2. Compara las tres partes del poema anotando las características correspondientes a las partes del proceso que siguen estas tres situaciones: Primera Segunda Tercera
3. Al leer, seguramente has deducido el significado de muchas palabras por el contexto:
a. ¿Qué porcentaje de ellos conocías o dedujiste por su similitud con otras palabras?
b. Consulta el significado de las siguientes palabras: vallaba, penuria, aferra, regatos, escarpas, se ceba, armuelle, abyección, zarandeas, valedor, ralea, equidad, irrumpen, inicuo, atenazan, grey

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