miércoles, 10 de septiembre de 2008

poemas chinos


ESCRITO AL CRUZAR EL RIO AMARILLOo EN DIRECCION DE QING-HE:

wang wei (699-761)

    El barco se hizo a la vela en el gran río;
    sus henchidas aguas se dilatan hasta el borde 
    del cielo,
    El cielo y las olas abruptamente se separan:

    son los miles de casas de la capital del distrito.
    Más adelante, puedo ver el mercado
    y vislumbro apenas la morera y el cáñamo.
    Me vuelvo para contemplar el terruño:
    el inmenso torrente alcanza las nubes.

LIBERACION SOLITARIA BAJO EL CLARO DE LUNA

LI PO (702-762)

      Entre las flores, un trago de vino:
      Bebo solo, sin amigos.
      Alzo mi copa, convido al claro de luna;
      Y mi sombra delante de mí: somos tres.
      La luna, ay, no sabe beber;
      Y la sombra me imita en vano.
      Compañeros de un instante, ustedes, la luna y la sombra.
      Con traviesos jugueteos, hagamos fiesta en primavera.
      Cuando canto, la luna se distrae;
      Cuando bailo, mi sombra extraviada se deforma.
      Mientras envejecemos, alegrémonos juntos;
      Y, alcanzada la ebriedad, que cada quien se vaya.
      Que dure para siempre nuestro vínculo sin alma:
      Reunámonos en la lejana Vía Láctea.


    LA ASCENSION
    TU FU(712-770)

      En el vendaval, bajo el alto cielo, los simios aúllan
      su tristeza;
      Sobre el islote límpido de arenas claras, un pájaro 
      con su vuelo traza un círculo.
      Muy lejos, los árboles dejan caer sus hojas 
      que silban al viento;
      El Gran Río, sin tregua, arrastra hasta mí sus olas.
      A mil estadios de los míos, me inclino a sollozar 
      sobre el otoño, y el exilio me parece eterno;
      Toda mi vida he padecido enfermedades; apenas 
      ahora subo a esta terraza.
      Tengo más pesares y tormentos que cabellos sobre
      mis encanecidas sienes;
      Humillado, bueno para nada, he renunciado 
      a las copas de vino turbio.

    NOCTURNO EN BARCA
    SOU CHE(1013-1101)

        Una brisa susurra, ligera, entre los juncos;
        Abro la puerta: una lluvia de luna inunda el lago.
        Los barqueros y los pájaros de las aguas sueñan 
        juntos;
        Los grandes peces huyen como rápidas raposas.
        En esta noche profunda cuando los hombres y las cosas
        se ignoran,
        Sólo mi cuerpo y mi sombra se divierten juntos.
        El oleaje nocturno dibuja versos de arenas en 
        las orillas;
        La luna que cae cuelga de los sauces como 
        una araña suspendida.
        En esta vida de paso agitado, en medio del tráfago 
        del mundo,
        Una imagen etérea pasa a veces delante de nuestros
        ojos, pero ¡cuán fugitiva!
        El canto repentino del gallo, el sonido lejano de una
        campana:
        los pájaros se dispersan.
        Oigo los tambores de los pescadores que pactan
        el regreso.


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